Soy de los que al género
de terror no le he visto cabida desde ya hace muchos años, el mismo morbo y las
mismas historias vacías e insulsas. Sin embargo así como en la comedia romántica,
de entre todo ese fango, allá al tiempo surge una que otra joya. Hace un par de
años el Sr. Shyamalan nos regaló un fabuloso food touge llamado “The Visit” y
más recientemente “IT” de 2017 fue una excelente adaptación cargada de un
terror bastante entrañable.
En años reciente en mis oídos
resonaron 2 producciones las cuales anduvieron en boca de todos resultando en tendencia,
ambas albadas por la crítica. Una de ellas fue “Don`t Breathe” la cual me dejó
bastante frio, interesante sí, pero no me pareció la gran cosa. La otra sería “Get
Out” que realmente no me gustó. Hice mención de ambas películas, ya que me
parece muy similar la manera en que dichas películas empezaron a ser
presentadas ante al público y como la crítica les termina dando un empujón
avasallante ante las masas. Aún queda por ver que tal responde el público en
general ante la buena crítica que ha recibido ya “A Quiet Place” pero por lo
menos mi corazón ya se lo ha ganado.
Estamos ante una
bellisisma película, que aunque tendrá sus incongruencias, son tan insignificantes
que terminamos pasándolas de largo. Y sí, claro que la descripción de bellísima
también puede ser aplicada a una película de terror. Y “A Quiet Place” logra
esa belleza en varios aspectos, en sus detalles, en su silencio, y en la forma
de integrar y condensar su historia, haciendo de este relato condensado un magnifico
relato de lo más atrapante.
Una muestra de la
genialidad del guión de la película serán sus primero 10 minutos en los que de
forma breve, solo con usar gestos, miradas, ciertas tomas y el buen manejo de cámara,
puedan lograr describirnos muy bien a la familia y lograr que todos los
personajes lleguen a importarnos tanto. Y todo esto logrado en solo la primera
escena. Constantemente estaremos cuestionando las acciones de los personajes,
le que pudieran hacer o no, pero al mismo tiempo la misma narrativa nos explica
que cada personaje tiene antes si muchas cosas que considerar, y esa sensación
de cuestionamiento personal hace de la película mucho más interesante de ver.
Otra cosa con la que
juega este filme es con establecer momentos que plantean una cuenta regresiva,
un momento que sabemos que va a llegar, pero no sabemos cuándo llegara, todo
este manejo provoca en el espectador una tensión de lo más peculiar, y por raro
que parezca el uso de esa expectación establecida de forma “descarada”, en
verdad funciona muy bien en la película. Es cierto que la película se vale de
los famosos y ya gastados “jump scare” pero la verdad es que tampoco son
demasiado apabullantes y ensordecedores, así que eso no le resta méritos de
ninguna manera.
Estamos antes una
excelente película de terror totalmente recomendada y apropiada para ver
absolutamente en silencio y bajo ninguna distracción. “A Quiet Place” se ha
ganado mi corazón por ser una película “simple” pero con una profundidad magistral,
poseyendo un drama desgarrador y con un cierre esplendido. Así que la recomiendo absolutamente, solo que
mientras la ven, traten de no hacer ruido.
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