Posters de películas completamente engañosos

Si el cine sera una forma de arte, a la vez viene siendo un gran negocio. por lo que si bien, es la visión del artista la que dicta la dirección del filme, por desgracia depende totalmente de hombres prolijamente afeitados, con títulos en administración y negocios, decidir cómo venderlas. Es por eso que a la hora de darle publicidad a una película, estos se toman las libertades que se les venga en gana. 

Los siguientes posters de películas realmente fueron utilizados en algunos países y estuvieron colgados en la carteleras de muchos cine ¿Porque? Con el objetivo de vender mas o llegar a un publico diferente.

Distrito 9 (Cartel en Tailandia)

Distrito 9 fue un documental satírico sobre extraterrestres que viven en un barrio en Sudáfrica, despojados de su preciosa tecnología. Fue una parábola para el racismo, y sí bien, el robot de 3 metros y medio forma parte de la trama. Pero para vender entradas en Tailandia ¿Por que no llenar el cartel con un ejercito de ellos? Si no han visto la película, no se emocionen, solo aparece un robot, solo uno.

Harry Potter y Las Reliquias de la Muerte (Cartel en EE UU)

Tal vez este poster no resulte nada del otro mundo, ya que solo muestra a Hermione caminando, al fin y al cabo es un personaje principal.  Lo que sucedió es que los niños que crecieron leyendo acerca de Harry han pasado a Crepúsculo, por lo que el estudio aparentemente decidió que podrían sacar provecho al presentar una adolescente confundida, o posiblemente estreñida, vagando impotentemente en busca de su hombre ideal con poderes sobrenaturales.

La Era de Hielo 3 (Cartel en Corea del Sur)

Los coreanos aman la mecánica, aveces demasiado. Es como si tuvieran una enfermedad que hace que vean robots donde no los hay. Los publicistas de seguro dijeron: "Hagamos un cartel con una ardilla transformers y los coreanos al verla harán volar su imaginación y dirán que la película trata sobre un montón de mamíferos prehistóricos mecanizados salvando la nuez de la vida: La reina del planeta Shira". 

El Aviador (Cartel en EE UU)

Este es un buen ejemplo de cómo sacar una escena totalmente fuera de su contexto y basar todo el marketing en torno a eso. En este caso, El aviador parece ser una película de acción sobre la Segunda Guerra Mundial, acerca de pilotos de pruebas tratando de matar el desierto con misiones kamikaze. De hecho la mayoría de la película era acerca Leonardo DiCaprio haciendo pipí en frascos. Pero hey!!!, no vamos a discutir con una película que ganó tantos premios que tuvo que dedicarles la mitad de el poster.

El día que la Tierra se detuvo (Cartel en EE UU)

"El día que la Tierra se detuvo" fue una dura crítica a la tendencia de la humanidad a recurrir a la violencia antes que a la diplomacia. Un extraterrestre del tipo amistoso llega con un mensaje para la humanidad, por lo que no perdemos tiempo para intentar acabar con él. Por el camino, nos enteramos de que el extraterrestre es un pacifista que con el tiempo nos pone de nuevo en contacto con la naturaleza y la bondad. 

Bueno, al diablo con eso! 

Si quieres tener un éxito de taquilla, necesitas acción, guerra, una damisela en peligro e insinuar que un mono gigante escala Galactus que quiere aplastar la Tierra y llevarnos a la esclavitud.

El Señor de los Anillos (Cartel en España)

Europa ama las deprimentes, desesperadamente tristes tragedias sobre gente muriendo de a poco, o tal vez en un campo de concentración. Así que cuando tienes una película de aproximadamente 270 minutos acerca de dragones y elfos gritando mientras corren con espadas, estás bien fregado. 

Tu única opción es prometer al público una película en blanco y negro sobre un abuelo que abraza a niños pequeños. "Esto no es una película de acción y fantasía chicos, es una película ganadora del Oscar sobre abrazos, tristes despedidas y hombres excéntricos con divertidos sombreros. Quien probablemente muera de cáncer en un campo de concentración". 

Los estudios harán lo que sea para que tu compres una misera entrada y entres a ver su película. Independientemente de lo que la publicidad nos muestre, deseamos ver un buen producto que valga la pena el costo y quedemos satisfechos. Pero por favor, tampoco nos vendan humo.